Cango (NYSE:CANG) se consolida como la “MicroStrategy oriental” más infravalorada.
La reciente ola de “MicroStrategy-ización” ha irrumpido con fuerza en los mercados de capital. Incorporar Bitcoin al balance y enmarcarlo dentro de una narrativa de “visión a largo plazo y estrategia de mercados de capitales” realmente puede atraer valoraciones superiores. Pero esta fórmula resulta sencilla de emular, dando lugar a una proliferación de empresas que prometen mucho—con comunicados cargados de eslóganes, pero sin detalles claros sobre sus activos, ni mucho menos divulgación sistemática o controles financieros cerrados. Falta transparencia en la refinanciación y gestión de riesgos, y apenas existen datos consistentes y verificables.
El resultado: “más empresas contando historias, y muy pocas construyendo balances sólidos y profundos”.
¿Cómo diferenciar a los “narradores” de las empresas con auténtico respaldo? A mi juicio, una compañía al estilo MicroStrategy realmente interesante para invertir debe cumplir tres requisitos: incorporar la tenencia a largo plazo en su gobernanza, utilizar con rigor las herramientas de mercado de capitales (ampliaciones de capital, convertibles, etc.) para hacer crecer el balance de forma responsable, divulgar información financiera clara y transparente con frecuencia, y asegurar un flujo de caja propio y fiable. Solo si se cumplen los tres, la narrativa se traduce en un balance robusto y resistente ante los ciclos de mercado, en lugar de derrumbarse ante cualquier giro adverso.
Cango ejemplifica esta fórmula de forma modélica.
El análisis temporal demuestra que no se trata de perseguir subidas puntuales; es un modelo de transformación empresarial progresiva. Cango primero acometió una desinversión estratégica y luego consolidó sus cuentas, estabilizó la capacidad, instauró una rutina mensual de divulgación sobre sus tenencias de Bitcoin y finalmente reforzó la alineación estratégica con mejoras en la gobernanza.
El 6 de noviembre de 2024, Cango anunció y ejecutó la compra en efectivo de máquinas mineras en funcionamiento con capacidad de 32 EH/s a una entidad vinculada a Bitmain. Simultáneamente, comunicó la adquisición de otras 18 EH/s mediante emisión de acciones (operación liquidada mediante equity el 27 de junio de 2025). Así entró en el negocio de minería cripto. Ese mes, la compañía extrajo 363,9 BTC, y en diciembre 569,9 BTC—conservando la totalidad, lo que marcó el inicio de una estrategia HODL al estilo MicroStrategy.
La gobernanza se convirtió en el eje central de Cango en 2025.
El 27 de mayo, Cango completó la desinversión de toda su actividad tradicional en China continental a Ursalpha Digital Limited por unos 351,94 millones de dólares al contado. Esta decisión desligó deliberadamente el flujo de ingresos tradicional de los riesgos estratégicos del nuevo rumbo, dejando atrás cargas heredadas. Desde ese momento, toda la asignación de capital y la información financiera pasó a centrarse en “minería de Bitcoin y gestión de activos BTC”.
El crecimiento del balance no se fundamentó en “discursos de compras al contado”, sino en la integración real de “máquinas mineras en funcionamiento”. El 27 de junio Cango cerró la transferencia de activos mineros vía equity, sumando 18 EH/s a la capacidad consolidada y emitiendo 146.670.925 acciones ordinarias Clase A a los vendedores. Golden TechGen Limited (GT) se situó como accionista relevante con un 19,85 %, y el grupo vendedor con aproximadamente el 41,38 %. De esta operación “acciones por capacidad” surgen dos hechos clave: primero, la mayoría de las máquinas están en centros de datos repartidos por varios países, incluido Estados Unidos, lo que permite producción inmediata y minimiza el periodo de arranque; segundo, su incorporación al balance dota a la empresa de una base sólida para sus estrategias mensuales de inventario y divulgación, garantizando una producción interna y sostenible de BTC.
Con la capacidad asegurada, la operativa adquiere un ritmo definido. Los datos de julio reflejan una tasa de hash desplegada de 50 EH/s, con una media operativa mensual de 40,91 EH/s y una producción de Bitcoin de 650,5 unidades—un 45 % más que el mes anterior. El inventario alcanzó al final del periodo los 4.529,7 BTC. Más allá del crecimiento, estos datos demuestran constancia y transparencia: Cango actualiza simultáneamente producción, despliegue, media mensual e inventario, ofreciendo al inversor un cuadro de mando operativo para el seguimiento de cada mes. La dirección declaró expresamente que “no tiene intención de vender”, integrando el ritmo y la filosofía HODL en la divulgación institucional.
Las mejoras en gobernanza avanzan al mismo ritmo que la capacidad y la transparencia informativa. El 23 de julio, Cango anunció el cierre de una segunda operación de capital y la reorganización del consejo: Moore Xin Jin (Antalpha) asumió la presidencia, Paul Yu la dirección general (CEO), Michael Zhang la dirección financiera (CFO) y Simon Tang la dirección de inversiones (CIO). Esta reestructuración unifica el control y el equipo directivo, facilitando la coordinación transversal entre producción, finanzas y energía. Paralelamente, Cango ha sellado alianzas estratégicas con referentes del sector como Bitmain y Antalpha, lo que multiplica su flexibilidad y poder negociador en la adquisición de hardware minero, gestión de activos e inversión energética. Para una compañía gestora de activos, estos acuerdos transforman la incertidumbre externa en recursos internos bajo gestión activa.
Cango comunica la finalización de su segunda adquisición y nuevos nombramientos en la alta dirección
Empecemos comparándola con MicroStrategy, pionera entre las cotizadas estadounidenses que “acumulan BTC”. La fortaleza de MicroStrategy radica en su ingeniería financiera: sobresale captando capital, pero apenas cuenta con capacidad productiva propia. Incluso quienes conocen la firma desconocen sus fuentes reales de ingresos. Por el contrario, Cango basa su expansión de balance en su motor interno de minería y capacidad operativa, dependiendo mucho menos de financiación externa.
Según las métricas premium de valoración: MicroStrategy controla 628.791 BTC con un mNAV de aproximadamente 1,68x—el mercado la valora con una prima del 68 % sobre la tenencia neta de Bitcoin, reflejo de su pericia para captar fondos y fortaleza HODL.
Aplicando este baremo a Cango, en julio de 2025 la compañía presenta un inventario de 4.529,7 BTC, producción mensual de 650,5 BTC, 50 EH/s de hash rate desplegado y media operativa mensual de 40,91 EH/s. La dirección declara que “no piensa vender”. Tomando el precio de Bitcoin del 6 de agosto, unos 114.165 dólares, la reserva BTC de Cango equivalía a 517 millones de dólares; su capitalización bursátil oficial era de ~833 millones, y el título cotizaba entre 4,70 y 4,73 USD. Así, el múltiplo de cobertura BTC apenas alcanza ~1,61x (833M$/517M$), casi idéntico al de MicroStrategy (1,68x), y muy por debajo de los múltiplos de 3x a 10x que presentan otras cotizadas con estrategias similares.
Con la diferencia de que, a diferencia de MicroStrategy, Cango posee 50 EH/s de hash rate. Su prima combina la reserva BTC con un flujo de caja interno productivo y propio, lo que aporta evidencias claras de infravaloración.
Si la comparamos con Metaplanet (Japón)—favorecida por menor tributación y ventajas locales para el inversor pero con menos liquidez y mayor riesgo de ataques institucionales en corto—Cango destaca por su cotización en EE. UU., frecuencia de divulgación, elevada liquidez y hash rate consolidado. Esto aporta mayor transparencia y menor barrera de acceso para inversores y gestión de expectativas.
Frente a los mineros tradicionales, la ventaja de Cango es aún más patente. La minería sigue siendo rentable—la última oleada de salidas a bolsa cripto estuvo dominada por empresas mineras.
Con todo, la mayoría de mineros tradicionales siguen atrapados en el ciclo “minar, vender, expandir”, quedando altamente expuestos a las oscilaciones del precio. Cango, en cambio, mantiene una política pública HODL y emplea ampliaciones de capital como palanca de expansión, evolucionando de un modelo “vendemos por liquidez” a uno de “balance reforzado con BTC”, en un círculo virtuoso y proactivo.
Veamos cifras concretas: la capitalización de Cango por EH/s es 833 millones/50 EH/s, o 16,65 millones por EH/s; empleando la media mensual, 20,35 millones por EH/s. Si se compara con dos gigantes norteamericanos: Riot, al cierre de julio, tenía 35,5 EH/s desplegados y una capitalización de 4.100–4.200 millones de USD (106–116 millones/EH/s); Marathon, con una capitalización de 5.700–5.900 millones y “energized hashrate” de ~54 EH/s, arroja ratios de 106–109 millones por EH/s. Por los mismos criterios, Cango cotiza a solo 1/5 o 1/7 de sus competidores—a todas luces, una infravaloración considerable.
Si analizamos el parque de mineras y la eficiencia: los informes y comunicados de Cango reflejan una eficiencia media de 21,6 J/TH, una producción por unidad en el cuarto trimestre de 2024 de 17,81 BTC/EH/s, y cerca del 90 % de los rigs son modelos Bitmain refrigerados por líquido. Así, iguala o supera a sus rivales en eficiencia energética para minar Bitcoin. Si a esto se suma una “diversificación geográfica” (instalaciones en Estados Unidos, África Oriental, Omán, Paraguay y otras regiones), la empresa cuenta con margen para reducir aún más el coste unitario BTC—una ventaja que se amplifica en escenarios bajistas.
La clave de la valoración de Cango no reside en los eslóganes del sector, sino en el refuerzo de su balance general.
Desde este prisma de “primeros principios”, Cango asume Bitcoin como reserva estratégica corporativa. La dirección declara públicamente “no vender”, y las divulgaciones mensuales de capacidad, producción e inventario convierten la política HODL en norma verificable mes a mes por el mercado.
El verdadero largo plazo no depende de la duración del compromiso, sino de la responsabilidad mes a mes. Al consultar los informes, el inversor observa no solo variaciones de precio, sino crecimiento sostenido de inventario, utilización estable de capacidad y una gobernanza que lo sostiene todo. Cango convierte la incertidumbre en procedimiento y el procedimiento, en información transparentemente reportada, lo que es clave para superar los ciclos del mercado.
En minería existe una ley fundamental: el coste de la electricidad es determinante. Quien logre asegurar precios bajos y energías renovables en geografías diversas a largo plazo tendrá ventaja en mercados bajistas, al reducir el coste unitario BTC. El nuevo consejo y alta dirección de Cango reúne experiencia en minería, finanzas e inversión energética, permitiendo un ciclo cerrado de “electricidad–capacidad–tenencia–financiación”.
La próxima fase para Cango será, previsiblemente, optimizar aún más su estrategia energética—asegurando contratos eléctricos a largo plazo con demanda gestionada en Norteamérica; aprovechando excedentes y cuotas verdes en Oriente Medio; y encontrando fuentes económicas y flexibles en Sudamérica y África Oriental. Gracias a su fortaleza en hash rate y operación energética, Cango está bien posicionada para ofrecer infraestructura HPC a empresas de inteligencia artificial, abriendo así una segunda vía de crecimiento. En cabeza, despliegue de hash rate; en retaguardia, un balance reforzado; en el centro, la sinergia entre contratos energéticos, eficiencia operativa y herramientas de mercado de capitales.
Integrar energía y minería al 100 % no se logra de inmediato—implica escalar gradualmente con proyectos agrupados, convirtiendo “coste energético bajo + alta disponibilidad + operaciones replicables” en una verdadera competencia organizativa. En periodos bajistas esto se traduce en mayor resiliencia; en mercados alcistas, en expansión rápida y mayor capacidad para captar capital.
En definitiva, Cango no vende un relato de “compras especulativas en cripto”. La verdadera narrativa es “usar capacidad propia para anclar el balance en BTC”: los rigs mineros generan flujo interno de Bitcoin, la divulgación rigurosa genera confianza y la política HODL se consolida como directriz institucional para multiplicar el valor a largo plazo.
Así cumple Cango su promesa como la auténtica “MicroStrategy oriental”.