Cada vez que llega un cierto nodo de tiempo, comienzo a recibir varios mensajes privados sobre "hermano, estoy profundamente endeudado, ¿puedo llegar a la otra orilla?" "¿Puedes prestarme 500,000?" "¿Puedes ayudarme a ganar dinero?" "Hagamos un pequeño grupo, puedo pagar, ayúdame", etc.
Cada vez que veo a diferentes personas decir lo mismo, me siento bastante conmovido; después de decirlo tantas veces, ya he comenzado a sentirme cansado.
He intentado dar lo mejor de mí en la enseñanza y compartir, pero al final no puedo intervenir en el destino de los demás.
El comercio, al final, es la regla
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